lunes, 29 de noviembre de 2010

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

Tirando de refranero, este resulta perfecto para describir la actualidad política.
Ayer, tras los comicios electorales en Cataluña se confirmó el declive del PSC, aunque más que declive yo diría gran descalabro pues el partido de Montilla ha obtenido el peor resultado de su historia en esta Comunidad Autónoma. Ha perdido 10 escaños y aunque sigue siendo la segunda fuerza política más votada, el ansia de poder, el Estatut y el tripartito han pasado factura.

El justo vencedor ha sido CiU, encabezado por Artur Mas, quién ha obtenido una mayoría abrumadora sin llegar a ser absoluta pero que  casi con seguridad le convertirá en el próximo presidente catalán, esta vez, sin temor a ningún otro pacto que le arrebate la autoridad avalada por las urnas. A juzgar por los resultados, la sociedad catalana prefiere a la derecha para salir de la crisis, eso sí, no nos engañemos, una derecha independentista.

Por supuesto, ni puedo ni quiero, dejar de valorar el resultado histórico del PP, que se ha convertido en la tercera fuerza política y ha obtenido su mejor resultado en estos comicios, subiendo de 14 a 18 escaños, superando el resultado obtenido en 1995 por Alejo Vidal-Quadras. Su denuncia al Estatut, lejos de perjudicar, ha favorecido al partido de Alicia Sánchez-Camacho. Enhorabuena.

De nuevo, la ley electoral ha favorecido al independentismo, mientras Ciudadanos aumenta considerablemente en número de votos, lo cierto es que mantiene los tres escaños que ya tenía en la anterior legislatura y curiosamente, el nuevo partido del ex presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, obtiene 4 escaños con 3.630 votos menos que C,s.
Mientras la izquierda pierde, la derecha empieza a desmarcarse en lo que podríamos llamar "territorio comanche". Y si esto ya es una realidad en Cataluña, ¿qué no ocurrirá en mayo en el resto de comunidades?

Pero como para ser sincera, lo que ocurre en Cataluña me importa más bien poco, prefiero centrarme en la repercusión nacional que estos resultados pueden tener. De modo que cambiando de ámbito me dirijo a Madrid para comentar impresiones.

Montilla ya ha anunciado su intención de no volver a presentar su candidatura para liderar el PSC, cosa que por otra parte era de esperar tras esta gran caída pero que por ello no deja de ser un acto de responsabilidad y de valentía.
Me encantaría poder comentar las declaraciones del presidente del Gobierno tras conocer los resultados, pero lejos de afrontar la derrota y la situación en general, aún no se ha pronunciado, ha vuelto a agachar la cabeza.

Como era de esperar dejó el "marrón" a otro, en este caso al nuevo Secretario de Organización, Marcelino Iglesias, que aunque con adornos, asumió "la parte de responsabilidad que les pueda corresponder".

Desde Génova Mariano Rajoy tampoco se ha pronunciado, sí lo hizo su mano derecha, María Dolores de Cospedal quién valoró muy favorablemente el ascenso del PP. Un ascenso que legitima el liderazgo de Rajoy aunque, lamentablemente, y esta es mi humilde opinión, no sea por sus propios recursos.

¿En qué medida afectará el descalabro del PSC al PSOE? ¿Podemos pensar en unas elecciones anticipadas? ¿asumirá realmente Zapatero su parte de responsabilidad, o preferirá esperar hasta mayo y perder la mayoría de comunidades y ayuntamientos?

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