miércoles, 19 de enero de 2011

Cuando la parte parece el todo

Esta mañana venía dispuesta a escribir una entrada contando mis impresiones después del lamentable espectáculo que dieron ayer los senadores españoles, pero mi sorpresa ha sido que nada más llegar a ABC y coger como todos los días un ejemplar del periódico del día he abierto las páginas de opinión como de costumbre y me he encontrado con esto; una crítica acérrima a lo que son las Nuevas Generaciones del PP o las Juventudes Socialistas, que a ojos de Manuel Martín Ferrand, en su columna diaria Ad Libitum no son más que "un albergue de tempranas ambiciones". Todo ello viene al hilo de la condena del presidente nacional de las Nuevas Generaciones, Ignacio Uriarte por conducir ebrio y provocar por ello un accidente de tráfico hace apenas un año.

No seré yo quién defienda esta actitud, es más lo único que diré es que la postura del partido deja mucho que desear, pues sí, los cargos públicos deberían predicar con el ejemplo. Pero mi indignación viene por otro tema, cuando este personaje, que no milita en política y que quizá por ello no sepa lo que puede haber dentro del seno joven de un partido políco comienza comparando la juventud con la inmadurez y se queda tan a gusto. Evidentemente un joven de 20 años no tiene la experiencia de uno de 50 pero entonces habría que hablar de inexperiencia más que de inmadurez, una cuestión de términos. 

Incluso llega a comparar estas asociaciones políticas con un jardín de infancia con lo que demuestra que la investigación no ha sido su principal tarea a la hora de redactar. A veces las prisas no son buenas e ir contra un personajes no supone descalificar a todo su entorno.

¿Ambiciones personales?
Este caballero no se ha acercado a cualquiera de las concentraciones de estos partidos, las nuevas generaciones de ambos son quienes más trabajan en las campañas, quienes más ideas aportan para regenerar los partidos y quienes a la hora de prestar su apoyo y su tiempo, desinteresadamente pues no obtienen una retribución por ello, siempre están cuando el partido les requiere. Eso son y no un jardín de infancia los grupos de jóvenes militantes de los partidos políticos españoles. Son jóvenes que presentan una característica común, una ilusión común, y unas ganas tremendas de cambiar el panorama político y renovarlo. Eso son y no un nido de ambiciones como este señor afirma hoy en el diario ABC.
Ni NNGG ni sus dirigentes, y hablo solo de esta organización porque es la que conozco más de cerca y yo no hablo sin saber, son un colectivo interesado, de hecho si las ideas se reflejan en algún colectivo ese es el joven y no en los "maduros" que por sus condiciones familiares y laborales buscan o se ven obligados a buscar siempre algo más. Interesados en nada más que en trabajar en política, o acaso ¿usted empezó en el diario de Cádiz sin pensar en formarse como peridista y desarrollar una carrera profesioal?

Si Uriarte cometió una irresponsabilidad arremeta usted contra quien lo hizo y no contra toda la organización que preside, arremeta usted contra quién no ha cesado de inmediato a este personaje que solo ha salpicado basura, que todos sabemos quién ha sido, e infórmese de la labor de NNGG antes de caer en la ignorancia.

Comparto un dato con usted, los representantes de los ciudadanos deberían tener una formación mínima, sin suponer esto convertir el Congreso en una cámara meritocrática, pero en España y aún más en las NNGG, son los jóvenes la generación más formada de la historia de este país. No creo que el menor grado de formación se refleje en el colectivo más joven, eche usted un vistazo a los currículos de los diputados del PP y a los de los del PSOE, por no hablar de algunos ministros que ya no tienen acné en sus caras. Pero lo cierto y mal que nos pese a ambos, es que a día de hoy no es necesario se licenciado o doctor en nada para ejercer la política en ninguno de sus ámbitos.

"Un proceso electoral puede convertir en personalidad a quien todavía, por su experiencia y formación, no ha conseguido ser persona", señor Ferrand, persona según la RAE es un individuo de la especie humana y de momento aunque alguno lo parezca, todavía no he visto monos en el Congreso. Pero sí, persona también es "hombre o mujer distinguidos en la vida pública", que será la acepción a la que usted hace referencia, si un proceso electoral convierte en personalidad a alguien es porque en el mismo momento está consiguiendo ser persona, pues el apoyo de tantos miles de ciudadanos supone obtener esa notoriedad pública, de no serlo ya de antes.

En fin, no me alargo más que creo que ya ha quedado clara mi postura, si todos los "adultos" de la sociedad española piensan como usted, no deberíamos llevarnos las manos a la cabeza cuando miles de jóvenes tienen que abandonar el país en busca de una vida mejor, o cuando decimos que los políticos no se renuevan y que sus directivas están obsoletas. ¿Tiene usted algún miedo a los que vienen detrás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar en mi blog